Margen de maniobra de El Salvador
para implementar políticas contra-cíclicas para hacer frente a situaciones de
crisis económica.
Introducción
En finanzas el margen de maniobra es uno de los nombres que
se le da al capital de trabajo, es decir, el excedente de los activos
corrientes sobre los pasivos corrientes. En otras palabras, se refiere a los
recursos que tiene una empresa para operar en el corto plazo.
Si hacemos la extrapolación, este ensayo pretende analizar
los recursos que tiene el país para hacer frente a situaciones de adversidad
económica.
Modelo Económico
La macroeconomía indica una serie de políticas que son
utilizadas por los estados para equilibrar las imperfecciones del mercado y
lograr una mejor distribución de los recursos mientras incentiva el crecimiento
y se controla la inflación. Para el presente ensayo mencionaremos cuatro de
ellas: Monetaria, Fiscal, Cambiaria y de Relaciones con el Exterior. Haremos
particular énfasis en las dos primeras.
La política monetaria determina la cantidad de dinero en
circulación y por tanto, de manera indirecta, el precio del dinero indicado
mediante una tasa de interés; la política fiscal trata de los niveles de
impuestos y el gasto estatal; la cambiaria se refiere a la relación entre la
moneda local y monedas extranjeras; la de relaciones con el exterior trata
sobre que tan abierta o cerrada será la economía de un país, incluyendo
tratados de libre comercio y aranceles.
Las dos principales políticas macroeconómicas son la
monetaria y fiscal. La monetaria tiende a considerarse como la herramienta
contra-cíclica más utilizada, pues al enfrentarse un decremento en el consumo
puede incrementar la cantidad de dinero circulante de tal forma de
incentivarlo. Esto se puede lograr, por ejemplo, disminuyendo las tasas de
interés de tal forma que haya un mayor incentivo en gastar dinero en lugar de
ahorrarlo; lo contrario también es válido, subir tasas de interés para
incentivar el ahorro en lugar del consumo. Otras medidas utilizadas en la
política monetaria son el encaje bancario, emisión o compra de deuda pública,
entre otras; todas con el mismo fin.
La política fiscal también puede utilizarse como medida
contra-cíclica al sustituir una baja en el consumo e inversión privada con el
gasto del Estado. Sin embargo, esta política requiere mayor cuidado en su
aplicación dado que sus efectos pueden no ser inmediatos y sus repercusiones
pueden tener un impacto de largo plazo, mucho más allá del deseado. Por
ejemplo, supongamos que para compensar una baja de inversión privada se decide
que debe elevarse el gasto público, y este gasto conlleva la ejecución de
proyectos para los cuales debe contratarse una cantidad importante de personas,
si las contrataciones son permanentes, esta medida tendrá un impacto de largo
plazo, probablemente mayor al horizonte de tiempo que puede durar la
desaceleración privada.
Limitaciones del modelo en El
Salvador
Dado que en El Salvador estamos dolarizados, la
política monetaria es inexistente, además de fijar el tipo de cambio por lo que
tampoco tenemos una política cambiaria. Además dada la tendencia internacional
de liberalizar el comercio (TLC, acuerdos de la OMC, entre otras) la política
de relaciones con el exterior tiende a abrir los mercados por lo cual no es
factible proteger la producción nacional frente a las importaciones.
El resultado es que la política restante es la fiscal,
justamente la más delicada de aplicar.
El espacio de maniobra con esta política es limitado,
además requiere mucha destreza para manejar el nivel y calidad de gasto de tal
forma que incentive la producción; lo anterior se complica cuando nuestro
estado se financia casi exclusivamente con impuestos. En síntesis, la presión
por los recursos escasos, sobre todo en tiempos de crisis es enorme.
Alternativas al modelo
Como ya establecimos, los recursos tanto de política
como financieros están muy limitados, por lo tanto el primer paso es
incrementar esos recursos. Para el Estado la forma natural de hacerlo es
aumentar la recaudación derivada de los impuestos, ya sea por incremento de
tasas o de la base tributaria. El primero de los casos puede tener como efecto
indeseado la disminución del consumo, lo cual generaría más problemas. El
segundo de los casos es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo por el alto
grado de informalidad de nuestros sectores productivos.
La alternativa viable para contrarrestar las crisis
económicas debe provenir de un incremento en la producción privada y del ahorro
(público y privado).
Haciendo una analogía, si tenemos la cuenta de ahorros
a cero, la cuenta corriente sobregirada y las tarjetas de crédito topadas, no
podemos salir de la situación gastando más; la solución es disminuir el gasto
(aunque implique un cambio en el nivel de vida que no podemos pagar), aumentar
los ingresos, pagar las deudas y ahorrar.
Lo anterior no puede lograrlo el gobierno por sí solo,
se requiere de participación de todos los sectores productivos del país.
Necesitamos que todos paguen impuestos y que estos impuestos sean utilizados
sabiamente para incentivar la producción, de tal forma que logremos la
sostenibilidad de largo plazo por nuestros propios medios.
Conclusiones
Dado que en El Salvador tenemos un modelo económico no
tradicional, las medidas que se tomen deben ser no tradicionales. Es necesario
que el gobierno tome un papel visible de liderazgo frente a los sectores
productivos, solamente de esta forma sacaremos adelante a nuestro país.
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