"Panem et circenses" escribía Juvenal en el siglo I, refiriéndose a la costumbre de los emperadores romanos de regalar comida y entradas al coliseo para mantener al pueblo distraído de las actividades políticas.
Como buenos aprendices, nuestros políticos se han encargado de mantener un buen espectáculo, no solamente en el circo (leáse asamblea) si no, en diferentes instituciones del Estado (se recuerdan de la Corte Suprema de Justicia y de la Fiscalía General de la República).
Pareciera que, ante la incapacidad de trabajar para sacar a nuestro país del sub-desarrollo, salir en los medios de comunicación es la principal tarea de un político.
La misma fascinación que encontrábamos al ver a los animales amaestrados en la arena del circo es la que está presente en los números bien montados de los diversos personajes de los principales partidos e instituciones.
Pero ya basta de circo, ¿dónde está el pan?
Mientras tánto seguimos siendo un país tercermundista.
Entradas populares
-
¿Por qué se critica tanto a los profesores universitarios? Creo que haciendo la excepción de aquellos que resultan repugnantes por su falta ...
-
Margen de maniobra de El Salvador para implementar políticas contra-cíclicas para hacer frente a situaciones de crisis económica. ...